Ser padre significa colaborar en la formación de una persona (apoyándolo en las dimensiones física, psicológica, social y espiritual de un niño). El temor a equivocarse provoca en los padres mucha ansiedad. No existen recetas, sino buenas orientaciones y el interés genuino por educar a nuestros hijos.
Primero, hay que desterrar la idea de tener hijos perfectos porque nadie los tiene. y por otro lado, hay que aceptar que todos los padres somos seres con limitaciones, esto disminuirá nuestros propios sustos y temores.
Es importante señalar, que la paternidad no depende solo de los padres, sino que es una relación que esta marcada también por el temperamento y carácter del niño, hay hijos mas dóciles y fáciles, y hay otros, con los que nos cuesta mas relacionarnos, por ello tenemos que tener la suficiente sensibilidad para captar las diferencias de nuestros hijos, y eso a veces no es tarea fácil. Cada niño es un universo único y distinto.
El papel del papá y de la mamá es un rol complejo, no tiene horarios o períodos delimitados, es un rol de 24 horas diarias y que dura muchos años. Las necesidades de los niños van cambiando según las distintas etapas a las que se ve enfrentado, esto exige una enorme flexibilidad por parte de los padres y muchas veces nos pone en serios aprietos. Los hijos son en gran medida el reflejo de la actitud de los padres.
Para educar, es importante que nosotros, los padres recordemos que fuimos niños y que necesitamos un tiempo para aprender, que habían cosas que nos costaban menos que otras, que había algunas que no queríamos hacer, etc.
Tener PACIENCIA, es quizás el mejor consejo que podamos recibir, en este proceso de ser padres. Aquí es importante el sentido del humor, vivir con alegría y saber gozar las cosas lindas que muestran los hijos, no todo es dificultad, y si no lo logra hoy , intentaremos nuevamente mañana. Darle tiempo a los hijos para que aprendan, es un muy buen regalo para ellos, se sentirán mas seguros.
La propia historia personal de cada uno de nosotros como padres, como hombres y como mujeres, y nuestra autoestima entre otros factores , dan origen a una serie de actitudes que los padres tienen con sus hijos.
La autora, Virginia Satir , propone tres tipos de padre:
1- El padre jefe: es el padre autoritario, que castiga y que forma a los hijos sumisos, consentidos, tiranos e inseguros de si mismos. Su norma es la descalificación y la desconfianza de los demás.
2-El padre camarada: es el padre que tolera y disculpa, el que borra las diferencias de roles padre-hijo, este hace un papel irresponsable. Es el que dice que es el mejor amigo de su hijo, cuando lo que el hijo necesita es un padre ( no tenemos otro ) y no un amigo más.
3-El padre guía: es el padre amable, firme pero comprensivo, que dirige, buscando lo que es mejor para el niño.
Así como, es muy importante la forma como somos con nuestros hijos, también, es de vital importancia como los criamos, como les mostramos el mundo en que vivimos, como le enseñamos hábitos. Desde esta perspectiva, La Disciplina con que formamos a nuestros hijos es muy importante, para ahora y para como serán en el futuro. Las cosas mas importantes y significativas de la vida se aprenden en los 5 primeros años.
Piensen uds. que cosas aprendieron en esa etapa y realmente les sorprenderá; Aprendimos a hablar, a caminar, a pintar, a relacionarnos con otros, a reír, a reconocer nuestras emociones, etc.
Estilos disciplinarios
Según una clasificación hecha por el autor Wesley Becker menciona que hay tres dimensiones en las que se puede enmarcar en términos generales las conductas que los padres tenemos hacia nuestros hijos.
1 calidez versus hostilidad ( Afecto )
2 control versus autonomía ( Grado de restrictividad )
3 ansiedad versus calma ( Grado de Angustia con que criamos a nuestros hijos )
Los padres hostiles se caracterizan más bien por rechazo y un desinterés en el hijo, pueden haber muchas formas de demostrar desinterés, esto provoca un efecto muy negativo en la autoestima de los niños.
Los padres controladores son aquellos que ponen muchas restricciones y no necesariamente estas son efectivas.
Según la combinación de estas dimensiones se pueden dar probables conductas parentales
a. afectuosos permisivos
b. afectuosos restrictivos
c. hostiles restrictivos
d. hostil permisivo
La dificultad mas grande, en la crianza de un niño es en un ambiente hostil, un niño no tomado en cuenta en sus necesidades, un niño ridiculizado, un niño no querido es aquel que tiene mas riesgos cuando grande de presentar problemas psicológicos importantes. Como neurosis, cuadros depresivos, tendencias suicidas, niños con retraimiento social, falta de confianza e inseguridad, niños con resentimiento hacia sus padres y a su medio entorno en general.
El estilo de crianza de nuestros hijos debe ser en términos generales: flexible , firme y consistente ; el niño debe tener la certeza que lo queremos, a pesar que lo retemos, a pesar que no le digamos a todo que si ( aun que a veces esto nos cueste), con el tiempo entenderá que es necesario para vivir en comunidad, tener las reglas claras de interacción, que las personas tienen deberes y derechos, y que esta conciencia de ciertos limites básicos, ayuda a una convivencia mas armónica en la casa, en el jardín, con sus amigos. etc.
Para ello es necesario, que en la casa exista una jerarquía clara de poder, con el liderazgo de los padres. Los niños no mandan, sus opiniones son oídas y tomadas en cuenta. A veces los padres le temenos miedo a los niños, no los queremos frustrar, le damos todo lo que quieren, sin jerarquizar que es mas importante, lo mantenemos contento por un rato, pero le hacemos un gran daño, porque después cuando sea adulto, le costara mucho manejarse con su entorno social.
En las familias donde hay una ambiente nutritivo, para la crianza de los niños, es fácil la expresión abierta de cariño, el afecto, y la ternura, para un niño son muy importante. Ello lo estimulara mas a descubrir y aprender en un clima libre de intimidaciones. Felicitemos a nuestros hijos en cada progreso, este puede ser un gran esfuerzo para el. La educación con cariño nunca hace mal.
Un niño querido es sin lugar a dudas una persona que tendrá mas defensas y herramientas para enfrentar el fracaso, que dicho sea de paso todos los experimentamos. El descuido o el poco tiempo que le dedicamos a nuestros hijos les puede hacer pensar a ellos erróneamente que no los queremos. Pongamos atención a lo que nuestros hijos nos quieren decir no siempre con palabras, a veces un comportamiento disrruptivo vale mas que mil palabras, tratemos de esforzarnos por entender lo que les esta pasando , ellos al igual que nosotros no siempre tienen días buenos.
Por otra parte, cabe señalar que la etapa de crianza, es el inicio de un proceso que culminara cuando el hijo deje el hogar. Como padres dedicamos muchas de nuestra energías, preocupaciones y alegrías a una tarea que dura en promedio 20 años.
Animo y paciencia. Piensen que educar ahora, reforzar ahora, estimular y preocuparse por nuestros hijos desde chico es una tarea que traerá frutos con los años.
Y por sobre todas las cosas, nuestros hijos nos permiten volver a ser niños y escribir si queremos una nueva historia para ellos, rescatando lo que nos gusto de nuestros propios padres y cambiando los que nos dolió o simplemente no nos sirvió.
Los niños aprenden jugando, juguemos con ellos, esta puede ser una experiencia de aprendizaje mutuo. Enseñemosle paso a paso, de lo menos difícil a lo mas complejo. El niño necesita tiempo para aprender, y a veces los adultos olvidamos esta verdad, olvidamos que para que un aprendizaje se haga significativo es necesario un tiempo de ejercitación y maduración ( cuanto tiempo nosotros nos demoramos en aprender a escribir ). Demosles tareas adecuadas para su nivel de desarrollo, ya aprenderá, y si se equivoca es parte del proceso de aprendizaje, no es falta de capacidad.
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